El estilo Kinfolk se inspira en la comunidad amish. Surge como una necesidad de volver a lo básico, por lo que la clave de este fenómeno es la naturalidad y esta necesidad se traslada también a la decoración. Esta tendencia es una mezcla de diferentes escuelas, toma pinceladas del escandinavo o nórdico en la paleta de colores, del industrial el reciclaje y las líneas rectas. Por eso, entre sus principios está la austeridad y la conexión con la naturaleza.
Te contaremos cómo se puede lograr este tipo de decoración en tu hogar:
MATERIALES NATURALES
La madera, ratán, piedra, lino, algodón. La idea es volver a nuestros orígenes a través de lo que nos rodea. Esta característica hace que el Kinfolk sea bastante ecléctico, ya que puede reunir elementos típicos de otros estilos de decoración. Por ejemplo, un macramé, común en el bohemio o unos ladrillos descubiertos como solemos ver en el industrial.
COLORES NEUTROS + MOBILIARIO
Si quieres recrear este estilo, debes escoger una paleta de colores claros que incluya blanco y beige. También puedes usar tonos que evoquen la naturaleza como verdes, grises o tonos tierra.
En cuanto al mobiliario procura que predominen los diseños con líneas simples y rectas. En este estilo la modernidad NO es importante; así que, a la hora de decorar, se vale ir por muebles anticuados y restaurarlos. ¡Una práctica muy vintage!
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ARTESANÍAS + VEGETACIÓN
Este estilo honra la tradición y reinterpreta la vida campestre, valora muchísimo lo hecho a mano. Así que, si te gusta esta clase de piezas, ¡no temas ponerlas a la vista de todos! De igual forma, algo muy característico aquí, es que busca una conexión con el exterior y que mejor complementar tu hogar con la naturaleza ¿verdad? Te sugerimos escoger poquitas plantas, de preferencia simples o silvestres o también puedes usar una flor de temporada, pero olvídate de ramos elaborados o vanguardistas.
<<LA VERDADERA PLENITUD ESTÁ EN HALLAR LO QUE NOS DA PAZ, COMPARTIR, EN CONVIVIR CON LA NATURALEZA…>>