¿Un mueble puede ser una artesanía? Rompiendo con la idea tradicional de lo artesanal
- Fernando Rossi
- 3 abr
- 3 Min. de lectura
La percepción tradicional de la artesanía

Si te pidiera que imagines una artesanía, lo más probable es que pienses en figuras de barro, textiles bordados o pequeños objetos decorativos hechos a mano. Pero ¿y si te dijera que un mueble también puede ser una artesanía? Suena raro, pero, eso es porque hemos encasillado el concepto de lo artesanal en lo pequeño, lo decorativo, lo "típico". Sin embargo, la verdadera esencia de la artesanía no reside en su escala ni en su propósito utilitario, sino en la intencionalidad de su creación, en la huella humana que la define y en el diálogo que establece entre tradición y materialidad.
Nuestra percepción de lo artesanal muchas veces está ligada a una visión romántica de lo hecho a mano, pero también a prejuicios sobre su función o relevancia. Nos cuesta imaginar que un mueble pueda ser considerado una artesanía porque, a diferencia de un textil o una vasija, solemos verlo como un objeto funcional antes que como una expresión de arte.

¿Qué define realmente a una artesanía?
Más allá de los materiales y las técnicas utilizadas, una artesanía se define por la intervención humana en su proceso de creación, la tradición y el conocimiento transmitido de generación en generación, y la identidad cultural que representa. Pero hay otro factor igual de importante: la valorización sujeta a una visión colectiva y cultural.
En nuestra sociedad, solemos categorizar los objetos según su utilidad y asociar las artesanías con lo "ornamental", mientras que los muebles se perciben como "prácticos". Esto genera una división artificial que no siempre existió. En la antigüedad, los muebles eran concebidos como piezas únicas, talladas y ensambladas con una maestría que hoy solo encontramos en las manos de los artesanos. Sin embargo, la producción en serie desplazó esta idea, haciendo que lo artesanal quedara relegado a lo pequeño y lo industrializado tomara el protagonismo en el mobiliario.

Muebles como piezas artesanales
Pero la verdad es que muchos muebles sí pueden ser artesanías. A través del uso de técnicas tradicionales, el trabajo manual y la selección consciente de materiales. En muchos casos, los muebles artesanales siguen procesos de manufactura que implican el tallado a mano, el ensamble sin tornillos, el uso de maderas nativas trabajadas con herramientas tradicionales y el respeto por el diseño único de cada pieza.
Estos muebles no son meros contenedores de libros o tazas; son artefactos culturales que cuestionan la obsolescencia programada y reivindican la perdurabilidad. Son, en esencia, una crítica materializada al consumismo.

Comentarios